Terapia craneosacral para bebés

En la mayoría de los nacimientos los bebés están sometidos a un estrés prolongado. El empuje de la madre en las contracciones, junto con la resistencia que ofrece la pelvis, pueden crear tensiones en el recién nacido y afectarle en su memoria celular y tisular. A ello hay que sumarle otros factores como la duración del parto, una posición complicada al salir o la realización de la cesárea.

Por tanto, algunos niños al nacer pueden presentar diversos síntomas incómodos para su desarrollo. En este contexto, la terapia craneosacral para bebés es una opción muy resolutiva a la hora de devolver el equilibrio fisiológico del niño para que las principales funciones de sus órganos no se vean alteradas y, también, para recuperar la movilidad de las estructuras óseas y las más blandas.

Esta técnica suave, agradable e indolora, con resultados palpables a corto plazo, es una excelente forma de relajarles y ayudarles a crecer. Y es que en los bebés, su fragilidad aparente, en los músculos, articulaciones y huesos, y al no poder comunicarnos verbalmente con ellos, impide poder realizar un trabajo de manipulación convencional.

La terapia craneosacral para bebés se realiza con el movimiento inherente de su propio cuerpo. A través del ritmo, producido por el líquido cefalorraquídeo, el cuerpo del niño empezará a moverse y recolocarse por él mismo, con el propio impulso respiratorio primario del cuerpo, y sin sufrir dolores innecesarios.

En la terapia craneosacral para bebés de AFIDAS sólo se utilizan las manos del terapeuta, que está entrenado en percibir éste movimiento en el cuerpo del niño.

Las sesiones se realizan siempre en presencia de los padres, y dependiendo de cada caso, puede durar de 30 a 45 minutos.

En función de los síntomas que presente el niño se realizará un trabajo u otro. Así, si padece dolores abdominales, se puede producir la relajación partiendo del colon descendente, transverso y ascendente, pasando por coger al bebe desde el sacro, hasta la cabeza, o lo que lo mismo, desde los glúteos hasta la testa.

Mientras, si tiene dolores cervicales o posturales, la realización del trabajo será desde las piernas hasta la cabeza.

La terapia craneosacral en bebés es más efectiva entre los 6 primeros meses de vida, que es cuando más cambios se producen en el cuerpo de los niños y, por tanto, los resultados se ven más rápido.