En nuestro centro de osteopatía y fisioterapia en Móstoles hemos detectado con la llegada de los meses más húmedos o más fríos una afluencia de personas que vienen a vernos con dolor de articulaciones, como en el hombro, donde hay muy poco espacio entre los huesos. Pero lo que más nos ha sorprendido es que muchos de estos pacientes con molestias articulares son personas jóvenes.
El cálido otoño que hemos empezado seguro que lo estás aprovechado para salir y beneficiarte de las horas de sol, pero los cambios de tiempo pueden jugarte una mala pasada. Si el cambio estacional lo mezclamos con ciertos hábitos en tu vida diaria o con tu forma de entrenar, si eres joven, posiblemente hayas pensado que ya te sientes como un viejo.
Ya sabes que en AFIDAS marcamos la diferencia. Y para tu tranquilidad podemos solucionarlo en una o dos sesiones.
¿Eres ‘metereosensible’?
Que el frío y la humedad aumentan esta patología y los dolores en nuestras articulaciones y huesos es una creencia popular muy enraizada en la sociedad. No sabemos si es tu caso, pero seguro que has escuchado alguna vez a un amigo o familiar que te ha dicho que iba a cambiar el tiempo por el mero hecho de que lo dolían las articulaciones, los huesos o alguna cicatriz.
Ya desde hace miles de años los egipcios, los griegos y los romanos se preocupaban por esta creencia y estudiaban lo que sucedía cuando cambiaba de golpe el tiempo meteorológico. Llegaron a la conclusión de que frío y el calor, el viento y la humedad, incluso la niebla y las tormentas, repercutían en su salud física y en su estado anímico.
Con el paso de los años numerosas investigaciones han demostrado una posible explicación del dolor articular asociado a fenómenos meteorológicos. Y es que con el mal tiempo se produce una bajada de la presión atmosférica y disminuye la temperatura y aumenta la humedad.
Este cambio de la presión también afecta al interior de las articulaciones. Nuestras terminaciones nerviosas específicas mandan información al cerebro que lo puede traducir como dolor.
Dolor de articulaciones por movimientos repetidos
El mero hecho del cambio estacional, como la presión atmosférica, repercute también en el interior de dicha articulación, pero se genera dolor e inflamación debido a movimientos repetidos en las personas con hábitos posturales reiterados o también en las que van al gimnasio para hacer máquinas de pesas, poleas u otras actividades como la natación.
Y esto para nada tiene que ver que sea por la edad avanzada. Los fisioterapeutas y osteópatas de AFIDAS estamos observando que esta patología cada vez es más habitual en personas de media edad y jóvenes deportistas.
Por ello queremos desmontar ese tópico de que cuando tenemos dolores de esta clase sea porque estemos envejeciendo.
Tratamiento para eliminar este dolor de articulaciones
El tratamiento de fisioterapia integral que utilizamos consiste en masajear a nivel profundo toda la estructura blanda localizada en la zona de dolor y también en los alrededores. Por ejemplo, en el caso de dolor en el hombro masajearíamos también toda la parte del omóplato.
Como complemento al masaje también utilizamos ultrasonido para la inflamación por el roce en los movimientos, más la tracción y las maniobras osteoarticulares para desactivar los puntos de dolor o puntos gatillo.
Si fuera necesario también recurrimos a la punción seca o combinamos el tratamiento con corrientes analgésicas y/o descontracturantes.
Si todavía no conoces los efectos positivos de la mezcla del masaje con las corrientes interferenciales, te recomendamos que leas este artículo:
Técnica de corrientes interferenciales combinada con masaje manual
Después de hacerte nuestro trabajo te sentirás más joven. Y más aun cuando te demos las recomendaciones oportunas para que sepas cómo y porqué aparecen esta clase de disfunciones articulares y problemas musculares en general.
Estamos convencidos que al salir de AFIDAS perderás los temores que rodean a este tipo de dolor de articulaciones ya que tratando y relajando la musculatura tendrás mucha más confianza en tu cuerpo, que es sabio.